El Día Internacional de la Mujer Trabajadora, llamado también Día Internacional de la Mujer, no es un Día de Celebración, es un Día de Conmemoración de la lucha de la Mujer para alcanzar una Igualdad en su participación y en el Desarrollo integro como persona en la Sociedad.
Es, el 8 de Marzo, cuando las Mujeres de todos los Continentes, separadas por fronteras territoriales, diferencias étnicas, lingüísticas, culturales, económicas, políticas, religiosas, nos unimos para exigir a los Estados: Igualdad, Justicia, Inclusión, Paz y Desarrollo, en las mismas condiciones que el hombre.
La lucha por la Igualdad, por la Participación, por la Paz, no es sólo de hoy; sino que existen antecedentes históricos, que nos demuestran, que esta lucha es parte de la Historia de la Humanidad. Ya, en la Antigua Grecia, hubo una Huelga Sexual por parte de las mujeres, para demandar el término de la Guerra. En la Revolución Francesa, las parisenses ya exigían: Libertad, Igualdad, Fraternidad. Además marcharon hasta Versalles para exigir el Sufragio Femenino.
Muchos han sido los eventos en que la Mujer, le ha demando a los Estados y al Mundo en general, sus reivindicaciones tanto Sociales como Laborales y en diversas fechas, se conmemoraba el Día Internacional de la Mujer. Sólo, en el año 1975 , la Organización de las Naciones Unidas, reconoció al 8 de Marzo como Día Internacional de la Mujer y en 1977, la Asamblea de la ONU, conminó al conjunto de las Naciones a fijar el 8 de Marzo como el DÍA INTERNACIONAL POR LOS DERECHOS DE LA MUJER Y LA PAZ INTERNACIONAL.
Esta fecha es el reconocimiento y conmoración a los hechos acaecidos un 25 de Marzo de 1911, en una fábrica textil en Nueva York, en donde 146 obreras murieron, la mayoría calcinadas, producto de un incendio, sin recibir socorro alguno.
En el 2011, para fortalecer las Políticas de Igualdad de Género y Empoderamiento de la Mujer, la Organización de las Naciones Unidas, crea ONU Mujeres.
En nuestro país, a pesar de las nuevas Políticas y Leyes, establecidas para alcanzar las demandas históricas de la Mujer, siguen existiendo las grandes brechas de desigualdad en desmedro de la Mujer en relación a los hombres.
La Desigualdad que sufrimos, está determinada, entre otras causas por lo Cultural, lo Legal, lo Socio Económico.
En lo Cultural, nuestra Sociedad sigue siendo patriarcal y las relaciones y estereotipos, al interior del hogar, se reproducen posteriormente en nuestras vidas individuales y sociales:
El Hombre es el que Gobierna, no sólo los Estados, sino que el núcleo familiar.
El Hombre es el ser que desarrolla la vida social; mientras que la mujer es la responsable del hogar, de los hijos e incluso debe mantener tranquilo y feliz al hombre.
Por otra parte, en nuestro país, lo formativo, lo educativo ha perdido terreno frente a la lucha por los resultados, en que está sometido nuestro Sistema Educacional. Ya no están los espacios para fomentar y ayudar a los cambios que la sociedad requiere e incluso, en estos últimos años, se ha abierto la discusión que si los Colegios Emblemáticos, que se supone, son los que entregan mejor educación, pueden ser Mixtos. El alejamiento de la familia de los colegios refuerza esta debilidad en nuestro país.
En lo laboral, nos encontramos que la desigualdad entre hombres y mujeres, no sólo está establecida, en lo referido a la calidad del empleo que, por lo general, los que más se alejan del Trabajo Decente, son ocupados por Mujeres; situación que se repite en lo referido a los Cargos de Dirección y de Toma de Decisiones.
Toda esta Inequidad, se encuentra reflejada en las Remuneraciones, la que a Agosto de 2016, la diferencia entre hombres y mujeres es de un 31,6 % en contra de la mujer, pero lo más grave, es que aumenta año tras año. Es así como de 2015 a 2016 aumentó la diferencia en un 1,9 % en desmedro de la mujer.
Mientras el promedio de Remuneraciones del Hombre es de $ 587.800 el de las mujeres es de $ 402.200-
La brecha aumenta, cuando la mujer posee mayor nivel de escolaridad. Según estudios esta odiosa realidad se podría romper sólo en 118 años más.
En el Foro Económico Mundial, Chile bajó en el ranking del lugar 66 al 73.
En lo referente a la Previsión Social, el costo de la Salud es más caro en comparación con el hombre, especialmente en la Edad Fértil de la Mujer. En lo referente a las Pensiones, un último estudio de ONU Mujeres, estableció que en las Pensiones de la Mujeres, existe una diferencia de un 66 % en relación con un hombre con el mismo trabajo.
Nuestro Sistema Político y de Representación reproduce esta desigualdad, es así como de 36 Senadores, sólo 6 son Mujeres, un 15,7 % y en la Cámara de Diputados, con 19 representantes, sólo ocupa un 15 %. Situación que se reproduce no sólo en lo relativo a lo que significan Cargos de Representación Popular, como Alcaldes, concejales, CORES, sino que también, en la Dirección en los Organismos Públicos.
Sí, debemos reconocer, que se han promulgado Proyectos para mejorar esta odiosa realidad, pero nada nos asegura que producirá un cambio real. Incluso, la Ley Electoral, hoy obliga que el 40 % de las Listas a Elección Popular sea ocupado por Mujeres, pero no asegura un porcentaje de electas. De ahí da para pensar mal, porque le significará a los Partidos un mayor financiamiento por la “mayor participación e inclusión de la mujer”
Señoras y Señoras, no podemos dejar denunciar la grave lacra que existe en nuestro país en contra de las mujeres como es la violencia, especialmente la intrafamiliar.
Este tipo de violencia se encuentra ligado al machismo y nuestra Sociedad es Machista. Pero, no todo machista ejerce violencia en contra de la mujer, a esta condición se le debe sumar, su experiencia de vida, especialmente, en su primer hogar. Si en ese hogar hubo una conducta de violencia lo más seguro que se reproducirá en nuestra vida futura y podrá transformarse en un patrón de conducta.
La violencia no sólo se expresa en la agresión física, sino que también en lo sicológico, sexual y en el abandono. Es así como en Chile, en uno de cada cuatro hogares existe violencia en contra de la mujer y 70% de los niños, según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, señala que reciben este tipo de condena.
Para romper todas las situaciones señaladas y otras, no basta sólo con esperar nuevas y mejores Leyes, las que sólo establecen un Marco Jurídico, pero no transforman realidades.
Por lo tanto, para romper este Marco Social, será imprescindible un cambio radical en nuestra conducta individual y social.
Tanto Mujeres como Hombres, debemos unirnos para que más temprano que tarde podamos alcanzar una Sociedad con Igualdad de Derechos, de Participación y de Reconocimiento de la Mujer.
Ninguna Sociedad, podrá alcanzar un verdadero Desarrollo y Democracia, sin que el Capital Humano de la Mujer sea reconocido y valorado como una de las bases fundamentales para alcanzar ese Desarrollo y esa Democracia.